La participación activa del alcalde de Mérida y de la delegada de festejos resulta del todo contradictoria con la defensa de los principios y valores propios de la igualdad de género o la diversidad sexual, que el propio PSOE no duda en considerar como algunos de los pilares principales del progresismo del que continuamente hace gala y que ahora, con su forma de actuar, pone en entredicho.
El apoyo institucional que ha otorgado el gobierno de Rodríguez Osuna pone de manifiesto no solo la debilidad de las convicciones de este gobierno en materia de igualdad y diversidad sexual, sino también la ligereza con la que han decidido obviarlas en beneficio de la promoción que podría suponer para la ciudad un concierto de estas características.
El contenido de las letras de este interprete resultan del todo repugnantes, por lo que la intervención de las autoridades y de la administración municipal debe limitarse únicamente al cumplimiento de los cometidos que le reserva la legislación.
Visto que la legislación atribuye una serie de derechos a los empresarios, sobre los que la administración no puede actuar arbitrariamente, entendemos que los promotores tienen la libertad de organizar este concierto, pero esto en ningún caso justifica el apoyo institucional recibido por parte del gobierno del PSOE.
No obstante, queremos recordar al gobierno municipal y los técnicos de la delegación de igualdad del ayuntamiento de Mérida que según el artículo 65.2 de la Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres y contra la Violencia de Género: “Las Administraciones Públicas de Extremadura no podrán conceder ningún tipo de ayuda o subvención ni participarán en ninguna actividad cultural que sea sexista o discriminatoria por razón de sexo”.
Desde Unidas por Mérida (Izquierda Unida - Podemos - Equo), sólo podemos lamentar el apoyo que se está prestando desde la propia alcaldía para la celebración de este evento, y poner de manifiesto que entra en clara contradicción con los principios vinculados con el respeto a la mujer y a la dignidad del colectivo LGTBI.
En estos términos, no deja de sorprendernos lo barato que el PSOE ha vendido el respeto a la mujer y los colectivos LGTBI, al tiempo que le exigimos que corrija su actitud y se niegue a facilitar cualquier tipo de apoyo para la celebración de este concierto, sin perjuicio de la obligación de respetar los deberes de la administración en el respeto a los derechos que el ordenamiento jurídico concede a los promotores y al propio “artista”.
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