El Partido Popular pretende aprobar una
modificación de la Ley Orgánica 5/1985,
de 19 de junio, del Régimen Electoral
General, con el propósito de procurar el nombramiento directo de los alcaldes
en beneficio de las listas más votadas, que obtengan tan sólo el 40% de los
votos emitidos en las elecciones locales, escudándose en argumentos tales
como el aumento de la representatividad, y la consolidación de la
gobernabilidad de los ayuntamientos y entidades locales.
Desde Izquierda Unida, nos mostramos en
contra de esta reforma por los siguientes motivos:
1º.- Porque supone atribuir al 40% de los votos un poder y legitimidad
similar a aquellos que consiguen un 51% de los votos legalmente emitidos.
2º.- Porque elimina
la lógica del consenso y la negociación que resultan de un escenario de
mayorías simples en las que los partidos más votados se ven obligados a
negociar un programa de gobierno con otras fuerzas políticas para superar el
procedimiento de investidura.
3º.- Porque supone
la desaparición del control democrático del Pleno Municipal
sobre la acción del Alcalde, ahora convertido en cacique.
4º.- Desprecia el papel de las minorías electorales y
sociales en el funcionamiento de
las entidades locales, desprecia la participación en las decisiones de
la política municipal; y por todo ello, consolida la lógica del enchufe y la corrupción.
5º.- Porque
supedita la vida municipal a la política del rodillo.
6º.- Porque impide
que las minorías puedan llegar a
convertirse en mayorías, incumpliendo principios básicos de cualquier
sistema democrático.
7º.- Porque no es
cierto que en un país con 2/3 de sus municipios gobernados por mayorías
absolutas pueda haber problemas de gobernabilidad en sus entidades locales.
8º.- Porque el
único motivo que empuja al Partido Popular a cambiar las reglas es su miedo
a perder poder municipal tras las próximas elecciones, tal y como evidencia
el resultado de las últimas elecciones europeas. Esto pone en evidencia
que el PP sólo defiende la democracia cuando se sujeta a sus conveniencias.
9º.- Porque el Pleno Municipal es el lugar donde los
partidos, asociaciones vecinales, organizaciones no gubernamentales y
movimientos sociales, pueden fiscalizar, conocer, preguntar y proponer, las
acciones de Gobierno. Por ello, es necesario un Pleno plural, abierto,
participativo y transparente. Por tanto, no puede estar monopolizado y en manos
de un partido con una minoría de apoyo
social.
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