Diversos colectivos y ciudadanos han convocado una concentración en Mérida el martes 22 de marzo a las 20:00 en la Plaza España para mostrar su solidaridad con el pueblo libio, frente a la dictadura que sufren y contra los bombardeos aliados.
Ante la resolución que autoriza la intervención militar en Libia, auspiciada por Francia, EE.UU. y Gran Bretaña, queremos, una vez más, mostrar su total rechazo a esta lógica de guerra del Consejo de seguridad.
Apoyamos a las fuerzas de Libia que luchan de manera justa por sus derechos laborales, sociales y políticos, pero dudamos que esta resolución vaya en apoyo del pueblo libio, y no de intereses espurios del imperialismo.
Después de los desastres de Irak y Afganistán, aludiendo cínicamente a los intereses del pueblo, una intervención militar en Libia puede acabar como las otras, haciéndose eterna y vulnerando los derechos humanos de forma brutal.
Por lo que llamamos a todos los ciudadanos y ciudadanas, a mostrar su solidaridad con el pueblo libio y a volver a las calles para decir no a la guerra.
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Salud! Solo debemos apreciar en los cambios que aparezcan en los próximos días, la fecha en los calendarios. Nada que no hallamos escuchado en otros momentos, va a intentar convencernos de que ahora sí. Nunca MATAR tiene justificación, por eso encontrarán tantas excusas, por eso nos bombardearán con presuntas "legalidades" auspiciadas por organismos internacionales tan, tan desprestigiados. Por eso, ahora en que la histórica lucha entre sátrapas y menesterosos se torna de nuevo cruel, ahora que la épica de otros ejemplos recientes se antoja utópica,ahora, no pueden ofrecerse de nuevo recetas mortales de necesidad.Ahora más alto aún por las terribles, actuales y sangrantes consecuencias, ahora también: NO A LA GUERRA.
ResponderEliminarNo importa que algunos vendan su discurso anterior, ellos serán quienes diluciden con sus conciencias, si aún conservan esa capacidad. No hay excusas, no hay por donde pillar un razonamiento que a todas luces se ha demostrado inútil. No hay que acostumbrarse de nuevo al rosario eufemístico de la justificación. Ya nos conocemos la retórica, ya hemos visto esta película y las secuelas posteriores que se ha perpetrado siempre han dejado pequeña la primera entrega.
Esta decisión, que se tardado en tomar para revestirla de la legalidad internacional, va a sembrar un futuro regado de sangre, eso, no hay legalidad que lo niege y, cuando alguno de los que están apostando por el ataque esgrima tal argumento, debe aprender cuanto antes que está legalizando lo mismo que condena y, contradecirse en esto no les debe salir gratis.