El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, se estrenó en el primer acto público de campaña en Valladolid con una interpelación retórica al más de medio centenar de asistentes al polideportivo de La Rondilla sobre si entre ellos había algún votante socialista. «Si eres de los que está defraudado por el PSOE, aquí está la izquierda, porque hacemos lo que predicamos», indicó a estos posibles votantes al tiempo que les tendía la mano frente a la decepción y el engaño provocados por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Lara respaldó en la capital vallisoletana a Manuel Saravia y a José María González, candidatos a la Alcaldía de Valladolid y a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, respectivamente. Para ello, quiso dejar un mensaje claro: que tanto en esta comunidad como en todo el Estado hay una alternativa a la política local, autonómica y nacional que pasa por Izquierda Unida.
«Porque no todos somos iguales», dijo refiriéndose al PP y al PSOE, que siguen permitiendo que Aznar y González “sigan cobrando el sueldo por el cargo institucional que ocuparon, al tiempo que reciben otro más suculento de las grandes empresas que les han fichado. Eso es poco ético”. Y puso como ejemplo de lo contrario a Julio Anguita y Felipe Alcaraz, que han renunciado al que les correspondía como diputados y se han quedado con su pensión.
La crisis económica y cómo salir de ella desde la izquierda abarcó la mayor parte de la intervención del máximo dirigente federal de IU. Los dramas humanos que provoca también estuvieron muy presentes. «Todo esto se produce porque el capitalismo no tiene piedad, ni corazón; es insaciable, quieren todo el botín y les importa poco el rostro de la crisis», dijo.
Frente a esta situación, lamentó que “los partidos socialistas de toda Europa han renunciado a los principios de la socialdemocracia. Si Olof Palme (el primer ministro sueco socialista asesinado en 1986), levantase la cabeza se volvería a morir de vergüenza”.
Lara criticó que PP y PSOE hayan sido responsables al unísono “de la otra crisis que hemos tenido aquí, además de la financiera, que es la de la especulación del ladrillo. Aznar y Zapatero han sido los responsables porque no intervinieron en la política de vivienda y dejaron hacer a los promotores inmobiliarios con la complicidad de bancos y cajas, que dieron créditos sin garantías”.
Añadió que de esta responsabilidad “tampoco se salvan los gobiernos autónomos, que tienen competencias en la materia y no han hecho vivienda pública para los que la necesitan”. En esta línea, criticó al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, «porque insulta a la inteligencia de este país»; al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, «que dos días después de recomendar a Zapatero que agotara la legislatura dijo que era el claro ganador de la crisis, con un beneficio de 35.000 millones de euros y que repartiría dividendos», y contra las empresas que teniendo importantes beneficios, como Telefónica, han anunciado despidos masivos, «y habría que modificar el Código Penal para que eso se considerara un delito y se sentara a estas empresas en el banquillo».
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