La decisión del equipo de gobierno de acordar el aumento del número de plazas de aparcamiento con la empresa concesionaria, contradice la postura del PSOE en la legislatura anterior, en la que se mostraba radicalmente contrario a la mejora de las cuentas municipales mediante la implantación de la zona azul.
Durante la legislatura pasada, el PSOE -junto con IU, y SIEx- mantuvo una postura absolutamente contraria al establecimiento de la zona azul como mecanismo para mejorar la situación de la hacienda municipal. Una postura que contrasta con la decisión del actual gobierno del mismo partido, que ahora se muestra dispuesto a incrementar el número de plazas dedicadas a tal finalidad.
La postura del PSOE en la oposición se concretaba en las acusaciones que dirigía al anterior equipo de gobierno, al que atribuía las intenciones de “querer meter la mano en el bolsillo de los emeritenses” o “pretenden cobrar a los ciudadanos por estacionar en espacios públicos”. Una postura que era compartida por el conjunto de las fuerzas de la oposición , y que IU sigue manteniendo.
Carmen Yánez, como concejala del Grupo Municipal Socialista en la legislatura anterior llegó a definir la zona azul como un “impuesto a la cotidianeidad”, a la que ella misma consideraba como una medida abusiva que según su opinión de entonces “sólo beneficiaría a la empresa concesionaria”, llegando incluso a afirmar que su establecimiento obligaba a los ciudadanos a pagar dos veces por lo mismo.
La medida anunciada por la portavoz municipal viene a reproducir la postura mantenida por el PP durante la legislatura pasada.
Según el pliego que regula el servicio de la zona azul, su régimen económico se determina sobre la base de la diferencia que se produzca entre los ingresos que perciba la empresa por el transporte urbano, la gestión de los parkings, la grúa y la zona azul, con respecto al coste del servicio. De tal modo que la diferencia entre lo recaudado por la empresa y el su coste será abonado por el Ayuntamiento.
Así, el aumento del número de plazas acordado por el PSOE y la empresa supone un aumento de la recaudación del contratista, y por lo tanto de la cantidad abonado por los usuarios, y una disminución del importe que deberá aportar el Ayuntamiento, y que a partir de ahora recaerá sobre los ciudadanos.
La propuesta hecha pública por la portavoz municipal surge de la voluntad del PSOE de hacer recaer el coste de la zona azul sobre los ciudadanos, exactamente en los mismo términos que defendía el PP, y que entonces criticaba el PSOE, por lo que –de nuevo- podemos afirma que el PSOE defiende en el gobierno las posturas que criticaba cuando se encontraba en la oposición.
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