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Izquierda Unida-Mérida afirma que las retribuciones que percibirán las personas seleccionadas para el desempeño de los puestos de trabajo en las piscinas municipales no superan en muchos casos el salario mínimo interprofesional.

La limitación de los contratos a un periodo de dos meses, se ve agravada por las retribuciones que percibirán finalmente los candidatos que desempeñan sus puestos en estas instalaciones, que se encuentran por debajo de los salarios que reciben el conjunto de los empleados municipales de la misma categoría profesional.

Esta situación, contrasta con los aumentos concedidos por el gobierno municipal a los funcionarios afines, algunos de los cuales han recibido incrementos salariales que superan los 20.000€ al año, que desde la llegada del PSOE al gobierno municipal han accedido a nuevos puestos dentro de la administración municipal.

En nuestra opinión, resulta difícilmente explicable que las personas a las que se contratan para dos meses sufran esta circunstancia, mientras el gobierno municipal aumenta los complementos retributivos de funcionarios de carrera que disfrutan, cuanto menos, de una situación económica saneada.

La forma de actuar del gobierno municipal define sus prioridades de gasto, sobre todo en un escenario de graves restricciones presupuestarias, al que debemos sumarle el hecho de que nunca los salarios percibidos han resultado tan bajos.

Por todo ello, dada la complicada situación presupuestaria del Ayuntamiento, entendemos que sería más acertado limitar algunos de los complementos retributivos concedidos durante este año, y dedicar estos recursos a dignificar los salarios de los y las trabajadores y trabajadoras que han entrado a trabajar para los 2 meses de las piscinas de verano municipales.

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