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Hoy 8 de febrero, queda un mes para la Huelga Feminista convocada en todo el Estado español por el movimiento feminista, e Izquierda Unida vuelve a dar todo su apoyo a esta jornada de denuncia y reclamas contra el sistema capitalista, patriarcal y neocolonialista. Tras el éxito de la huelga del año pasado, el movimiento feminista ha continuado con el trabajo de construcción colectiva y movilizaciones, sumando fuerzas y profundizando su argumentario político para conseguir este 2019 un éxito mayor al del año pasado.

El 8 de marzo de 2018 fue un día histórico en el Estado español. Miles de mujeres salieron a las calles de su pueblo, barrio y ciudad para reclamar una sociedad justa, libre, solidaria e igualitaria. Fue una jornada en la que se hizo huelga en todas las esferas de la vida (los cuidados, el empleo, el consumo y en la actividad educativa y asociativa) con multitud de iniciativas para visibilizar todos los lugares que queremos ocupar, con dignidad, al 50% con los hombres. Fue un éxito deslocalizado y global, en el que vimos cómo las plazas de los pueblos más pequeños y remotos eran ocupadas por mujeres con banderas violetas y donde los hombres, nuestros aliados, se organizaron de forma colectiva para atender los cuidados. Ocupamos las calles, centros sociales, educativos y vecinales, creando un día de vida comunitaria llena de fuerza, denuncia y alegría feminista.

Este año 2019 las mujeres volvemos a la carga, con un tejido social y organizativo más fuerte y con un trabajo ingente para incorporar las reclamas de todas las mujeres en todas partes, para que todas podamos hacer la huelga juntas. Esto demuestra que la huelga del año pasado no fue un objetivo en sí mismo, sino una herramienta para el cambio. Y en este tiempo muchas cosas han cambiado. El movimiento feminista supo introducir el debate en primera persona, llegando a las mujeres de a pié, interpelándonos, a nivel individual y colectivo sobre los porqués de las discriminaciones que sufrimos en este sistema patriarcal, capitalista, imperialista, xenófobo, homófobo y tránsfobo. Pero también ofreciendo alternativas: una economía feminista que ponga en el centro la vida de todas las personas, hayan nacido aquí, sean racializadas o migrantes, la corresponsabilidad de los cuidados, un sistema educativo público y laico, con educación afectivo sexual desde la diversidad y con memoria histórica feminista, unos servicios sociales de gestión pública y no precarizados o unos trabajos que nos permitan tener vidas dignas de ser vividas para poder tener luego unas pensiones también dignas. Nadie ha podido quedar indiferente, y las movilizaciones contra la sentencia de la manada, a favor del aborto en Argentina, contra los abusos de las trabajadoras marroquíes de la fresa o contra el avance de la ultraderecha, lo han dejado patente. Se han creado alianzas con las periodistas, la lucha por las pensiones, el movimiento LGTBI y el movimiento antirracista. Se han formado cientos de colectivos feministas, programas de radio y televisión y se han destinado cientos de líneas en periódicos e informativos, que ya tienen vergüenza de llamar muertas a las asesinadas.

El movimiento feminista es un grito global, que moviliza a las mujeres de punta a punta del planeta. Es un ejemplo extraordinario de internacionalismo, solidaridad, apoyo mutuo y aprendizaje, que cuestiona la perspectiva del norte global en el mundo y nos mira desde la India, Chile, Brasil o Sri Lanka para decirnos que no es sólo el techo de cristal, sino las condiciones de explotación y miseria del capitalismo neocolonialista. El feminismo ha venido para quedarse, con el mensaje anticapitalista, ecologista, antirracista y antiimperialista. Y nosotras desde IU también, nos quedamos con este feminismo subversivo para llevarlo a todas nuestras proposiciones políticas y para impregnar de sororidad, unidad popular y estrategias colectivas a nuestra organización.

Hoy es más importante que nunca la construcción colectiva, porque juntas somos más fuertes, y solo desde esa fuerza y el respeto a la diversidad vamos a poder hacer frente a aquellos que envían mensajes de miedo y odio. Nuestra respuesta tiene que ser desde la solidaridad, sin desviar nuestra mirada de las que sufren, para seguir construyendo hacia adelante un mundo en el que quepamos todas y todos.

Desde Izquierda Unida apoyamos la Huelga Feminista, en la que vamos a participar todas las mujeres de nuestra organización encabezando las actividades de la jornada y todos los hombres en sus papeles de aliados. Es el día para visibilizarnos en nuestra diversidad, como mujeres trabajadoras, estudiantes, en paro, lesbianas, trans, racializadas, migrantes, gitanas, jóvenes, mayores, con diversidad funcional o psiquiatrizadas. ¡Todas juntas por los derechos de todas!

Como cantaron el año pasado en Asturies, “nuestras hijas nacerán con el puño levantado”. ¡A la huelga, compañeras!



ÁREA DE LA MUJER DE IZQUIERDA UNIDA

area.mujer@izquierdaunida.org

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