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La confluencia local entre Izquierda Unida, Podemos y Equo ha organizado una concentración contra el establecimiento y proliferación de casas de apuestas, que tendrá lugar este viernes 1 de noviembre, a las 18;30 horas en la casa de apuestas situada frente al colegio público Nuestra Señora de La Antigua, situado en la Avenida Juan Carlos I.

Desde Unidas por Mérida recordamos que en la pasada legislatura se aprobó un decreto-ley en el que se establecía la distancia mínima en las que se podían implantar estos locales de juego con respecto a los centros educativos, establecida a 300 metros, y la distancia entre ellos, fijada en 250 metros, parámetros que no se cumplen debido a la falta de diligencia del gobierno de la región a la hora de regular la actividad de este tipo de negocios.

En este sentido, el grupo parlamentario de Unidas Por Extremadura ha registrado una propuesta de impulso en la Asamblea de Extremadura para que se suspendan las concesiones de nuevas autorizaciones de apertura para las casas de apuestas, tal y como se está actuando en otras comunidades autónomas.

Las medidas que recoge el programa electoral de Unidas Podemos al respecto, incluye una propuesta que supondría restringir el horario de apertura de este tipo de negocios, que no podrían iniciar su actividad antes de las 22 horas, con el propósito de evitar el acceso de menores a este tipo de establecimientos, al la par que se insiste en la necesidad de regular la publicidad de este tipo de negocios.

Los datos sobre la proliferación de esta lacra social, nos muestran que en el número de casas de apuestas en Extremadura ha pasado en un solo año de 41 casas de apuestas a 114, de las cuales 11 se encuentran en la ciudad de Mérida, lo que significa que casi el 10% de los establecimientos de esta naturaleza instalados en la región se encuentran en nuestra ciudad.

Por todo ello desde Unidas por Mérida (Izquierda Unida – Podemos – Equo) llamamos a la ciudadanía a manifestarse para mostrar su repulsa a la proliferación este tipo de negocios cuyo modelo de negocio consideramos poco menos que repugnante, y exigir al conjunto de los poderes públicos una regulación mucho más estricta sobre su régimen de actividad.

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