La propuesta pretende la rehabilitación de este edificio y dedicarlo a la creación de despachos y distintos espacios, que se pondrían a disposición de aquellas personas que en nuestra ciudad que desarrollen su actividad principal como trabajadores autónomos, en condiciones más favorables de las que actualmente ofrece el mercado inmobiliario.
La creación de condiciones que favorezcan el aumento de la actividad económica, requiere también la intervención sobre aspectos que afectan a la creación y mantenimiento de las pequeñas empresas que desarrollan su actividad en nuestra ciudad, entre las que se encuentra el abaratamiento de los costes de dependencias, oficinas o incluso almacenes.
En la actualidad, la titularidad de este edificio corresponde a la Diputación de Badajoz, por lo que la puesta en marcha de esta iniciativa requiere la aprobación por parte de ambas administraciones de los instrumentos de colaboración que permitan la cesión patrimonial del edificio en favor del ayuntamiento de Mérida, más allá de la amplitud de soluciones y fórmulas que pudieran valorarse para poner en práctica esta iniciativa.
Desde Unidas por Mérida, entendemos que las decisiones que se llevan a cabo desde el ayuntamiento deben estar vinculadas a las necesidades de los vecinos y vecinas de nuestra ciudad, y por tanto, acorde con el orden de prioridades de cada momento. En estos términos, resulta evidente que la mejora de las condiciones que permitan un incremento de la actividad económica debe ser una prioridad para el conjunto de las administraciones públicas.
De un modo u otro, lo cierto es que el inmueble, situado en la calle Almendralejo, permanece vacío desde hace más de diez años, sin que hasta la fecha ninguna administración haya mostrado ninguna iniciativa que dote de un uso y una finalidad aprovechable a uno de los espacios más amplios de todos aquellos de los que se encuentran en el centro de nuestra ciudad.
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