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La política económica del gobierno de Ángel Calle durante el año 2010 pone de manifiesto la identidad entre la política económica del PSOE y la del PP en la ciudad de Mérida. 

Durante el año pasado el gobierno local ha centrado buena parte de sus iniciativas en materia económica en imitar las recetas propuestas por el Partido Popular, fundamentadas en la privatización de los servicios públicos, y el apoyo a un marco de relaciones laborales en los que la precariedad y las restricciones salariales han sido los verdaderos protagonistas.  

En el pasado año, el gobierno del PSOE en Mérida ha mostrado su más firme apoyo a las medidas encaminadas a la reducción de salarios, y ha extendido la práctica de la contratación temporal que ha caracterizado los planes de creación de empleo promovidos por la Junta de Extremadura. 

La privatización de servicios públicos ha encontrado su reflejo en la cesión sobre la gestión del aparcamiento que entrará en funcionamiento en la urbanización del III Milenio, o en la prórroga de la concesión del servicio de aguas que se ha efectuado poco antes de finalizar el año. 

La privatización de algunos de los servicios públicos encuentra su reflejo en el escaso interés que ha mostrado el equipo de gobierno por mantener la calidad de los servicios municipales, como muestra el lamentable estado en el que se encuentran muchas de las instalaciones deportivas gestionadas por el Ayuntamiento. 

El rechazo a las demandas que motivaron la convocatoria de la huelga general y el apoyo a la reforma laboral son otros de los elementos de juicio que nos muestran la deriva neoliberal que representa el proyecto político del PSOE en nuestra ciudad.

La gestión de nuestro patrimonio histórico se ha convertido durante 2010 en otro punto de coincidencia entre el PP y el PSOE, como demuestra el apoyo que ha recabo en ambos partidos el proyecto de intervención sobre el entorno del Templo Romano de Diana. 

El ejercicio que ha terminado nos ha mostrado hasta que punto las similitudes del PP y el PSOE se reproducen y afianzan en otros aspectos, como son el apoyo a la instalación de Centrales Térmica en la comarca de Mérida, confirmando la apuesta de ambos partidos por un modelo productivo caduco que perjudica  la calidad de vida de los emeritenses y la conservación de nuestro entorno natural. 

En definitiva, durante el año que ha terminado se ha producido la escenificación de la incapacidad del PSOE en convertirse en una alternativa al proyecto político del PP en Mérida, con la adopción y mantenimiento de un modelo de ciudad totalmente alejado de las premisas de los valores que representa la izquierda.

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