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Izquierda Unida-Mérida afirma que el debate entre los cabeza de lista del PSOE y el PP pone en evidencia la falta de alternativa que representan tanto el PSOE como el Partido Popular para el futuro de nuestra ciudad.

El primer debate entre el señor Calle y Pedro Acedo ha puesto sobre la mesa el agotamiento de la política municipal en nuestra ciudad. Tanto el PSOE como el PP dan muestras de fundamentar su discurso no en la defensa de ideas y alternativas propias, sino en la estrategia de aprovechar los errores de su adversario político. Una situación que tiene su origen en el  papel que ha jugado el bipartidismo en la política municipal. 

Una vez más la coincidencia en las propuestas del PSOE y el PP en algunos de los temas esenciales sobre los que bascula la política municipal ha excluido del debate algunos temas esenciales como son la política fiscal, la protección del patrimonio histórico, el estatuto de capitalidad, el papel del sector público o la  la instalación de Térmicas de ciclo combinado en la comarca de Mérida.

La celebración de este debate evidencia la falta de proyecto por parte de los partidos mayoritarios que hasta la fecha han ostentado el gobierno de Mérida y el declive de su capacidad para generar alternativas de gobierno.

El deterioro del discurso de ambos partidos se ve agravado por la falta de voluntad del PSOE y el PP para renovar a las personas que encabezan sus respectivas listas, lo que sin duda alguna es un claro síntoma del anquilosamiento de estos dos partidos para generar discurso y alternativas creíbles a la difícil situación que vive nuestra ciudad.

En este sentido, resulta muy preocupante el modo en el que el PSOE reproduce los comportamientos y actitudes del anterior equipo de gobierno, sin que podamos vislumbrar otra forma de hacer política en el equipo de gobierno que dirige Ángel Calle.

Para IU-Mérida las intervenciones de los candidatos que protagonizaron el debate en la radio pública mostraron su falta de iniciativa para hacer frente a la crisis social y de empleo que sufren buena parte de los emeritenses, y limitar sus intervenciones en un intento de desgaste sobre sus competidores más directos.

En definitiva, para IU-Mérida el debate ha sido una escenificación de la tónica habitual que ha caracterizado a la vida municipal de nuestra ciudad, fundamentada en la falta de alternativas y la continúa reproducción de conductas y reproches por parte ambos partidos.

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