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Señor Presidente, señor Candidato, señoras y señores Diputados,

Cuando la calle pide más democracia, más transparencia y más participación, cuando hay más pluralismo en esta Cámara de representantes, tenemos la Mesa menos plural de todo el periodo democrático.

La primera decisión de apartar a los representantes de casi 1.700.000 ciudadanos y ciudadanas del órgano de gobierno del Congreso, de forma gratuita, no ha sido justa. Pero rectificar siempre es posible.

Llegamos a las elecciones del 20-N denunciando el déficit democrático de nuestro sistema electoral, también denunciado en la calle. El déficit sigue. Ha tenido Vd. siete veces más apoyos que el grupo que represento, pero tiene Vd. 17 veces más escaños.

Con un 44,6% del voto ha conseguido el 53% de los escaños. Con un sistema electoral justo tendría Vd. 160 escaños y nosotros 25.

Si se hubiera aprobado una reforma electoral, de acuerdo con el informe del Consejo de Estado, hoy la composición de esta Cámara sería diferente. Comprenderá, Sr. Rajoy que seguiremos insistiendo en la reforma electoral para conseguir que el voto de todos los ciudadanos tenga el mismo valor.



Sr. Rajoy, las encuestas del CIS manifiestan que la primera preocupación de los españoles es el paro. La segunda, la crisis y la tercera, los políticos. La vivienda y la corrupción también forman parte de sus preocupaciones principales.

Coincidiremos en que de esta Cámara debería emanar medidas suficientes y acertadas para que, junto a la acción del Gobierno, combatamos la crisis, acabemos con el paro y devolvamos la confianza en la política a los ciudadanos. Para conseguir que todo el mundo tenga una vivienda digna y se acabe con la corrupción, sobre todo en la actividad pública. No es poca cosa.


ECONOMÍA

Sr. Rajoy, hemos escuchado su discurso con respetuosa atención. Consideramos que, en lo esencial, nos anuncia una línea de continuidad con las políticas aplicadas por el anterior gobierno. En todo caso, un línea más endurecida.

Quiero trasladarle nuestra preocupación por la fractura social creciente, y por el acelerado aumento de la desigualdad entre las clases sociales en nuestro país.

Como consecuencia del aumento del paro y de la precariedad, cientos de miles de familias se encuentran en una situación límite que no les permite cubrir sus necesidades básicas. Aún con trabajo, debido a los bajos salarios no pueden llevar una vida digna.

Sr. Rajoy, la línea de las reformas neoliberales, con la privatización de servicios públicos no es la solución. La senda de los recortes, que ya se aplica con dureza en las Comunidades donde gobierna su partido, y otros, no es la solución. Como bien sabe, en Castilla-La Mancha es su Presidenta la que un día dijo que su partido era el ‘partido de los trabajadores’, la que curiosamente amplía la jornada laboral y rebaja el salario a los trabajadores del sector público. Es la que anuncia la privatización de hospitales públicos y hasta el cierre de las casas de acogida.

Esas políticas de recortes, que ya se iniciaron en mayo de 2010 con el conocido ‘tijeretazo’ y que continuaron en los dos últimos presupuestos, lo único que han demostrado es que son injustas e inútiles.

Injustas, porque cargan la crisis sobre los trabajadores y quienes no son responsables de ella. Inútiles, porque sólo han creado más crisis y más paro. Como prueba, en los dos últimos meses se incrementó el desempleo en casi 200.000 personas.

Es una política que daña a la mayoría social y al Estado de bienestar y que sólo favorece a la especulación financiera. Son precisamente esas medidas las que han llevado a aumentar el paro y las que han contribuido, según datos de la CEOE, a la desaparición de 350.000 empresas y a que 200.000 autónomos se hayan dado de baja en la Seguridad Social.

A ello hay que añadir que el paro entre los jóvenes menores de 25 años se acerca al 45%, que haya 1,6 millones de personas que no tienen ninguna ayuda y que el 20,8% de la población esté por debajo del umbral de la pobreza.

Hemos retrocedido en nivel de riqueza, comparada con la media de la Unión Europea, a la situación de hace 10 años. Esas políticas han sido erróneas. No seamos contumaces. Ese fracaso no es un índice macroeconómico, se traduce en sufrimiento y desesperanza. Las mujeres y los jóvenes son los principales afectados de esta situación, padeciendo menores salarios y mayor precariedad laboral.

Decía Nelson Mandela que ‘una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos en buena posición económica, sino por cómo trata a los que tienen poco o nada”. A juzgar por cómo se trata a una buena parte de la sociedad española, me temo que nuestro país no queda en muy buena posición, más bien todo lo contrario.

Ningún cambio de Gobierno permitirá salir de la crisis si no hay un cambio de políticas.

Pero desde esta tribuna también quiero decir:

- Que no estamos condenados a la desesperación.

- Que hay una salida social para la crisis.

- Que hay posibilidad de recuperar el empleo.

- Que podemos avanzar en derechos sociales y fortalecer la democracia,

- Que podemos mejorar nuestros servicios sociales y aplicar la Ley de dependencia

- Que podemos devolver la ilusión a las generaciones más jóvenes y la seguridad a los mayores.

Hace unos días dijo que haría las cosas ‘como Dios manda’. No se confunda Sr. Rajoy, ni la crisis es lo que Dios manda, ni sus propuestas sirven para resolverla como Dios manda. No enfoque Vd. las cosas como si estuviéramos ante un castigo divino. Es el momento de la política y de la democracia.

Fíjese Sr. Rajoy, con todos los mensajes que se han enviado a los mercados, con las políticas de reformas y de recortes, lo único que se ha conseguido es el aumento de la prima de riesgo. Hoy pagamos más tipo de interés por la deuda que lo que pagábamos antes del inicio de la crisis. Los mercados nos siguen castigando porque son insaciables y su única función es especular y seguir desangrando a los países y a las personas.

La salida de la crisis es una cuestión de voluntad política. Hay que elegir: o se está con los ciudadanos o se está con los mercados. Nosotros, en Izquierda Unida, lo tenemos muy claro, estamos CON LOS CIUDADANOS, no tenga ninguna duda.

Sr. Rajoy, la semana pasada la Sra. Merkel, en su comparecencia ante el Parlamento alemán, informó de que usted se había comprometido con ella a mantener y desarrollar las políticas de austeridad que hasta ahora se han aplicado en España. Sí es así le emplazo a que explique en esta Cámara qué compromisos ha acordado con la Sra. Merkel y qué obligaciones ha contraído con los responsables de la UE.

Es aquí, en la sede de la soberanía popular donde usted debe explicar esas cosas.

El ex gobernador del Banco Central Europeo, Sr. Trichet, afirmó en su despedida que estábamos ante una crisis sistémica, estructural, de fondo y global. No es una mera crisis financiera que se puede resolver salvando el balance de los grandes bancos. Es una crisis de la economía real, del empleo, alimentaria, ambiental, de materias primas, de la deuda, del sistema monetario y también, por supuesto, financiera.

Pero a nosotros lo que más nos preocupa es el desempleo, usted ha apoyado las ayudas a los bancos, al capital financiero. Nosotros le exigimos que se ayude a las personas, a los trabajadores en paro, a los pequeños empresarios y a los autónomos.

Nos separa el diagnóstico de la crisis, y por tanto el tratamiento y las medicinas, es decir, las propuestas de solución. Sólo una salida social que garantice el empleo digno y de calidad es para nosotros una salida de la crisis.

Sr. Rajoy, no hemos encontrado nada en su discurso que se salga del patrón neoliberal diseñado para la salida de la crisis. Por tanto, con ese programa de gobierno no podrá contar con nuestro apoyo.

Vamos a hacer una oposición firme y coherente, pero responsable y constructiva, como es tradicional en nosotros. Tendrá usted nuestra crítica en sede parlamentaria y nuestra resuelta oposición política que expresaremos con radicalidad democrática.

Entendemos que la crisis sólo es posible solucionarla estimulando la economía real, apoyando a la pequeña empresa y autónomos, ayudando a la creación de empleo en el sector público y privado, restableciendo el crédito, incrementando el consumo y la inversión.

Queremos que se aumente el salario mínimo interprofesional y que también se fije un salario máximo interprofesional.

Sr. Rajoy, me gustaría que explicara a esta Cámara y a todos los españoles ¿Cuáles son sus objetivos concretos de creación de empleo? ¿En qué plazos los va a desarrollar? ¿Cuáles son los medios que propone para lograrlo y sus prioridades?

¿Cómo piensa garantizar la protección a los parados especialmente en el caso de los que ya han perdido sus prestaciones? ¿Cómo va a asegurar los fondos para garantizar el seguro de desempleo?

Es necesario incrementar el empleo y la inversión públicos. Quienes atacan a lo público y sus empleados, atacan a la democracia. No es cierto que en España existan demasiados trabajadores en el sector público: estamos por debajo de la media de la Unión Europea y en 7 puntos menos del PIB en gasto social.

Sin un cambio de modelo productivo no hay posibilidad de un empleo de calidad y de una salida social a una crisis que es internacional. Las soluciones neoliberales para los problemas del capitalismo han fracasado; esas políticas son ya inviables para garantizar un desarrollo humano sostenible.

Estamos en una situación alarmante y hay que rectificar urgentemente.

La especial gravedad de la crisis en España es consecuencia de un modelo especulativo perverso que ha sido potenciado primero y tolerado después, y del que son corresponsables los gobiernos anteriores.

Le pedimos que abra un proceso serio de negociación con las fuerzas políticas y sociales para delimitar las líneas esenciales de un nuevo modelo productivo cuyo objetivo sea la creación de empleo y el desarrollo sostenible.

No estamos de acuerdo con los que dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Los salarios reales han caído un 8% entre 1996 y 2008.

Sí es cierto que ha habido derroches, como la construcción de aeropuertos sin pasajeros, estaciones del ave sin viajeros, los sueldos y privilegios escandalosos en determinados cargos públicos y también los privados, como los de los altos directivos de bancos y empresas subvencionadas y el blindaje de sus pensiones. Esos SÍ son excesos y derroches.

Pero crear empleo público estable, no es derrochar. Mil salarios de 1.000 euros ayudan más a la economía que un millón de euros invertidos en la especulación financiera.

El déficit principal no se ha producido por el aumento del gasto público, como a tantos les gusta afirmar. El déficit se produce por la caída de ingresos debido al estallido de la burbuja inmobiliaria y por la crisis. Y sobre todo por las rebajas fiscales que han beneficiado más a los más ricos, llevadas a cabo tanto por los gobiernos del PP como por los del PSOE.

La solución, desde luego, no pasa por despedir a 900.000 trabajadores del sector público como plantea la CEOE, ni por poner en marcha mini trabajos con mini salarios de 400 euros, ni por privatizar la Sanidad, ni la Educación o congelar la Ley de Dependencia.

En su lugar, preste atención a los representantes de los trabajadores aprobando la Iniciativa Legislativa Popular que han presentado los sindicatos, CC.OO y UGT.

La deuda pública, que es muy inferior a la privada, exige una auditoría, con la posibilidad de declarar ilegítima una parte de la misma. Así se liberaría al país de ciertos yugos de la especulación financiera.

No podemos salir de la crisis sin estímulo de la economía. No somos fanáticos del déficit pero limitar su crecimiento no tiene por qué significar más recortes y más austeridad.

Es precisa una reforma fiscal que cumpla con los objetivos contenidos en la Constitución, más progresividad y más justicia fiscal.

¿Qué piensa hacer para combatir el fraude fiscal y la economía sumergida que representan al menos, según cálculos moderados, 14 puntos anuales del PIB?

Con estos recursos se podría resolver todo nuestro problema de déficit público, garantizar los fondos necesarios para políticas de estímulo de la economía y creación de empleo.

Para reducir la deuda y el déficit, los ingresos se pueden incrementar, también, modificando los tipos impositivos en los beneficios y las rentas altas del capital. Que paguen más los que más ganan y más tienen.

Estamos hablando de medidas que sólo afectan al 4% de la población. Nada que ver con las clases medias ni con los trabajadores. Que las grandes empresas tributen adecuadamente por el Impuesto de Sociedades y no como ocurre ahora, con tipos efectivos menores que las pequeñas empresas.

No pedimos una utopía: sólo que la contribución fiscal, el gasto público, en servicios sociales y la inversión pública se sitúen en la media de la Unión Europea.


DEMOCRACIA

La crisis no tiene solamente un contenido económico y social, es también una crisis de la democracia. Se acepta como un hecho incuestionable que gobiernos democráticamente elegidos y parlamentos como éste en el que estamos se sometan al dictado de los mercados.

Hemos estado y estaremos en la calle con aquellos que se movilicen en defensa de sus derechos e intereses frente a la dictadura de los mercados.

Hoy se ataca la democracia con el ‘arma de la prima de riesgo’ y a demasiados les parece una cosa normal. Los consejos de administración secuestran la soberanía popular y hay quienes aplauden como si fuera una medida razonable y solvente.

Los ciudadanos se merecen sinceridad y, como decía George Orwell, ‘en una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario’.

Sr. Rajoy, ¿Cómo va usted a garantizar la prevalencia de los valores democráticos y el imperio de la soberanía popular, frente al dictado de los mercados?

Del poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo hemos pasado a todo el poder para el mercado. Sólo así se entiende que tengamos unas democracias secuestradas por la dictadura de los mercados. ¿Acaso no es un secuestro que nos impongan una reforma constitucional, aprobada por el bipartidismo y a la que nuestro grupo se opuso, por la que se impone el déficit y se antepone el pago de la deuda al gasto social?

¿No es un secuestro de las democracias que se hayan impuesto gobiernos tecnócratas a países como Grecia o Italia por encima de las soberanías populares?

Creemos que debemos hacer una reflexión urgente sobre el valor de nuestra democracia. Ningún poder económico debería estar por encima de los poderes democráticos emanados del pueblo.

No le quepa ninguna duda, Sr. Rajoy, que si cuando sea presidente del Gobierno algún centro de poder financiero exigiera sustituirle por un tecnócrata no elegido por el pueblo, como en el caso griego o italiano, nos tendrá a su lado defendiendo la soberanía popular.

Vamos a proponer medidas para la regeneración democrática, para eliminar de una vez por todas la lacra de la corrupción. Vamos a proponer que una misma persona no perciba dos o más retribuciones con cargo a los presupuestos de las Administraciones Públicas y otra serie de incompatibilidades.

Vamos a traer propuestas que respondan a la demanda social de democracia real y de participación directa de los ciudadanos en las decisiones políticas.


POLÍTICAS SOCIALES y BANCA PÚBLICA

Sr. Rajoy, todos los días se están produciendo del orden de 300 desahucios, abocando a la exclusión y a la pobreza a miles de familias. Según el Consejo General del Poder Judicial, desde que empezó la crisis son 500.000 familias las que han perdido su vivienda.

¿Qué medidas piensa tomar su Gobierno para evitar esta situación, especialmente en aquellos casos en los que el motivo del desahucio es el impago, por encontrarse en desempleo?

Nosotros volveremos a proponer una reforma de la Ley Hipotecaria y del Código Civil para garantizar la eficacia de la dación en pago, pero sobre todo para evitar la pérdida de la vivienda que es un derecho constitucional.

Y teniendo en cuenta que usted ha expresado en ocasiones una posición contraria a la congelación de las pensiones, ¿está dispuesto a devolver a los pensionistas su poder adquisitivo perdido?

Las instituciones financieras privadas no están cumpliendo su papel en nuestro país. El crédito no llega a las pequeñas empresas y a las familias, aunque no falte para las grandes empresas controladas por la Banca. Se ha entregado al capital financiero privado la mitad del crédito y el ahorro de este país que estaba depositado en las cajas de ahorro. El proceso de absorción de la Caja de Ahorros del Mediterráneo es escandaloso.

¿Qué va a hacer para garantizar que el crédito llega a las empresas y a las familias?

La Banca Pública es una necesidad económica y social, más urgente aún cuando la banca privada no cumple con su papel.

Como usted sabe, en Izquierda Unida defendemos la laicidad del Estado, una República federal en la que cualquiera de nuestros hijos puedan acceder a la jefatura del Estado y una Ley de Memoria Histórica que permita que haya verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo.

Con respecto a servicios públicos básicos como la Sanidad y la Educación, estaremos en contra de cualquier fórmula de ‘repago’ o de privatización de los mismos. La defensa de la Salud y la Educación públicas será uno de los pilares de nuestra actividad en esta Cámara.

Y en relación a la Justicia, apostamos por mantener la separación entre Justicia e Interior, en la necesidad de garantizar la independencia del Poder Judicial y dotación de medios para que sea un auténtico servicio público igual para todos.


EUROPA

Su Gobierno llegará justo cuando se inicia una reforma de la PAC. Le reclamamos una posición en Bruselas que fomente un modelo de agricultura familiar y agroecológico que oriente las ayudas a las pequeñas y medianas explotaciones y a las cooperativas, y no al latifundio, y que apueste por un mercado justo y sostenible para la producción agrícola-ganadera.

El modelo neoliberal con el que se ha venido desarrollando la Unión Europea ha fracasado. El traje alemán nos encorseta y nos estrangula. La amenaza del estancamiento o la recesión se cierne sobre gran parte de las economías que constituyen el euro.

La última cumbre europea no ha servido de mucho. Izquierda Unida está contra los acuerdos adoptados en esa cumbre y espera una explicación. Por este camino la construcción europea entrará en crisis. Nos pronunciamos por una Europa de los pueblos y no de los mercados, con instituciones controladas por los ciudadanos, al servicio de la inmensa mayoría. Queremos más Europa, pero queremos otra Europa.

Proponemos iniciar un Proceso Constituyente en Europa para aprobar una constitución que apueste por una economía al servicio de los ciudadanos, el pleno empleo, la paz y el desarme. Una Constitución que garantice la intervención pública en la economía, el control democrático del Banco Central Europeo, la extensión y calidad de los servicios públicos y el papel de las empresas públicas en los sectores estratégicos.

Nos vamos a oponer a cualquier orientación de su Gobierno que implique una Europa de dos velocidades.


ENERGÍA Y COOPERACIÓN

Sr. Rajoy, le exigimos un debate en profundidad sobre la estrategia energética de nuestro país, el cumplimiento del calendario de cierre de las centrales nucleares y un impulso decisivo a las energías renovables.

Pese al estancamiento observado en la reciente Cumbre de Durban, España debe intensificar su esfuerzo para cumplir los objetivos de Kioto en la lucha contra el cambio climático.

Creemos que una tarea fundamental de su Gobierno es cumplir los Objetivos del Milenio, combatir las causas que originan el hambre y la desnutrición en el mundo, acabar con la especulación sobre los alimentos, tipificar y perseguir a los especuladores y a los causantes de la muerte por falta de alimentación.

Hay que priorizar la lucha contra el hambre, la pobreza, la injusticia, el cambio climático y los desastres naturales.


POLÍTICA INTERNACIONAL

En los últimos años nuestro país ha perdido autonomía en su política internacional. Es precisa una reorientación de esa política. Vamos a exigir a su Gobierno que España asuma la administración del proceso de descolonización del Sahara Occidental y seguiremos demandando una posición exigente de nuestra diplomacia para que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho de autodeterminación y la explotación de sus recursos.

La singularidad de nuestras relaciones con América Latina y el Caribe debe concretarse en el apoyo a su integración regional, a la recientemente creada Comunidad de Estados Americanos y Caribeños.

Estaremos en contra de cualquier intervención militar que pretenda imponer cambios de régimen político en los países árabes y en el Oriente Próximo. La acción diplomática es la única que puede contribuir a resolver la situación, de acuerdo con los pueblos.

Izquierda Unida promueve el cierre de las bases extranjeras en su territorio y se opone al acuerdo para la instalación de un escudo antimisiles en Rota. Seguimos exigiendo la retirada de nuestras tropas de Afganistán y apostamos por una política exterior de desarme.

En este sentido, como parte de nuestro concepto democrático de la seguridad, seguimos defendiendo la desmilitarización de la Guardia Civil y un modelo de carrera policial federal.

Le planteamos también una acción diplomática en defensa de la creación del Estado palestino, también contra el bloqueo de Estados Unidos y la posición común de la Unión Europea sobre Cuba.


FINAL

Finalmente quiero exponerle una relación de medidas que consideramos prioritarias y urgentes.

- Un proyecto de ley de medidas extraordinarias para la creación de empleo para el periodo 2012-2014 que incluya la protección a los trabajadores desempleados.
- Un plan para poner fin a los desahucios de familias de sus viviendas que por pérdida del empleo no pueden abonar la hipoteca.
- La derogación de la congelación de las pensiones y la recuperación adquisitiva de los salarios de los empleados públicos.
- Un proyecto de ley orgánica de garantía de prestación, universalidad y calidad de los servicios públicos en especial Educación, Salud y Dependencia.
- Un plan de lucha contra el fraude y una reforma fiscal que reintroduzca los principios de progresividad, justicia fiscal y suficiencia en los ingresos.
- Una ley que dote de suficiencia financiera a los Ayuntamientos.
- Una reforma de la Ley Electoral que incluya formas eficaces de democracia participativa.

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