IU-Mérida considera la reducción del impuesto de construcción es una medida errónea e injusta.

Izquierda Unida-Mérida afirma que la reducción del impuesto de construcciones, instalaciones y obras tendrá como consecuencia la reducción de los ingresos que percibe  actualmente el Ayuntamiento en la aplicación de este tributo.

La adopción de reducciones fiscales como la propuesta por el equipo de gobierno se fundamente en un principio de competitividad fiscal con el resto de los municipios de nuestro entorno más cercano, que supondrá una ventaja inicial que se verá anulada en el momento en el que el resto de las corporaciones adopten la misma reducción.

Este tipo de medidas suele traducirse en la reasignación a la baja la presión fiscal en todos los municipios afectados, con lo que tan sólo se conseguirá que la ventaja inicial se vea rápidamente anulada, con el único resultado de obtener una disminución de los ingresos que actualmente recauda el Ayuntamiento en virtud de este concepto.

La dificultad de las empresas para establecerse  en nuestra ciudad viene determinada por la caída de la demanda  que provoca el aumento del paro y la disminución de los salarios, y no por los coste que supone a los empresarios establecer sus empresas en Mérida.

Por otra parte, resulta absolutamente injusto que el Ayuntamiento plantee la necesidad de aumentar de forma generalizada los impuesto sobre el conjunto de la población sin atender a los diferentes niveles de renta de los ciudadanos, y que por otro lado apueste por las rebajas fiscales para las empresas.

Por todo ello, desde IU-Mérida consideramos que las medidas planteadas tendrá consecuencias contrarias a los objetivos que persiguen, no contemplan un análisis correcto de la realidad de nuestra ciudad, a la vez que ignoran criterios básicos de equidad y justicia fiscal.