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Izquierda Unida-Mérida considera que las explicaciones dadas por la Delegada de Personal, Leonor Nogales, para explicar la contratación de dos conserjes destinados en instalaciones deportivas de la ciudad son absolutamente ridículas y carentes de fundamento.

La contratación de dos nuevos conserjes en el momento en el que se declara mediante sentencia judicial la improcedencia de otros cinco conserjes que desempeñaban sus funciones distintos colegios de la ciudad, es económicamente injustificable, ya que la no readmisión de estos trabajadores supondrá el pago de indemnizaciones muy cuantiosas para las arcas municipales.

Para IU-Mérida la decisión combinada de la delegada de personal de realizar nuevos contratos a la vez que no se readmite a empleados que realizaban funciones equivalentes, y que además fueron despedidos de forma ilegal, está inspirada  por el ánimo de venganza hacia los trabajadores que decidieron denunciar al Ayuntamiento para proteger los derechos que les reconoce la legislación laboral.



Así, la política de personal llevada a cabo desde el Ayuntamiento supone por un lado el abono de indemnizaciones adicionales a favor de los trabajadores despedidos ilegalmente –incluidos los salarios que han dejado de cobrar desde su despido-, y por otro el coste añadido que implica la contratación de dos trabajadores que desempeñan funciones muy similares a las que realizaban los empleados despedidos.

Desde IU-Mérida consideramos que la política de personal del equipo de gobierno desmiente el ánimo de austeridad que dice defender el equipo de gobierno, supone una vulneración constante de los derechos de los trabajadores, y resulta económicamente desastrosa, tal y como lo demuestra la lluvia de sentencias que han  recaído hasta la fecha.

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