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Izquierda Unida-Mérida considera absurdo la realización de cualquier tipo de evaluación sobre el funcionamiento de la zona azul a las pocas horas de su implantación, ya que resulta imposible contar con los suficientes elementos de juicio para evaluar un servicio público  apenas unas horas tras su creación.

En nuestra opinión, la intención del delegado municipal Daniel Serrano a la hora de llevar a cabo esta valoración es la de justificar el establecimiento de un servicio con ninguna aceptación por parte de los vecinos, para hacer frente a las críticas de las asociaciones de vecinos y de la oposición.

Lo cierto es que la puesta en marcha de este servicio nada tiene que ver con ningún tipo de medida para regular el tráfico, circulación o estacionamiento de vehículos en nuestra ciudad, ya que su creación se encuentra vinculada al proceso de privatización de la gestión del servicio público de los autobuses urbanos.

La finalidad de la zona azul es  compensar las pérdidas que tendrá que sufrir la empresa adjudicataria de la EMT, ya que el transporte público de viajeros es deficitario por su propia naturaleza.

Desde IU-Mérida entendemos que, tal y como hemos señalado en anteriores ocasiones, el establecimiento de la zona azul tendrá como principal consecuencia el el desaprovechamiento de las plazas de aparcamiento situadas en zona azul, lo que dificultará aún más el estacionamiento de vehículos en el centro de la ciudad, así como   el desplazamiento de los vehículos desde las zonas habituales de aparcamiento  hacia otras zonas limítrofes que quedarán absolutamente saturadas, lo que supone que su implantación resulta inútil e ineficaz, además de injusta.

Del mismo modo, queremos recordar que en ningún momento el Partido Popular contemplo en su programa electoral la implantación de esta medida, que ya criticó en los años en los que fue implantada por el PSOE, y cuya aplicación retiró en el momento en el que alcanzó la alcaldía, con argumentos contrarios a los que utiliza hoy en día.



Fdo: Izquierda Unida-Mérida.



En Mérida, a 17 de junio de 2013

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