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Izquierda Unida-Mérida considera lamentable la despreocupación y la falta de iniciativa que  muestra el equipo de gobierno por los daños que sufre la piscina del “Polideportivo de La Paz”.


La decisión anunciada por el delegado de deportes de no abrir al servicio la piscina del Polideportivo de La Paz, debido a la falta de dinero para hacer frente a los gastos que supone la reparación del daños que sufre el vaso de la piscina, pone encima de la falta de interés del gobierno municipal a la hora de defender los intereses y los bienes que integran el patrimonio municipal.



Según las declaraciones realizadas por el propio Juan Carlos Perdigón, los daños que sufren las instalaciones municipales son fruto de la realización de las obras de construcción de los inmuebles que albergan las sedes de las consejerías de la Junta de Extremadura, junto al III Milenio, lo que viene a significar que los daños son responsabilidad de un tercero, lo que supone que los responsables del daño pudieran ser según diversas consideraciones, la Junta de Extremadura, la empresa constructora, la dirección facultativa, el responsable del contrato, o incluso la empresa que redactó el proyecto de obras del inmueble que han provocado los desperfectos.



Según establece la legislación que regula la Ley de  Patrimonio de las Administraciones Públicas, o incluso el Real Decreto 1372/1986, de 13 de junio, por el que se aprueba el Reglamento de Bienes de las Entidades Locales, las administraciones públicas tiene el deber de administrar, gestionar, conservar y proteger los bienes y derechos que integran su patrimonio público, un deber en el que- a juzgar por los resultados obtenidos- los responsables municipales no han invertido  demasiados esfuerzos.



Desde IU-Mérida entendemos que el equipo de gobierno tienen la obligación de identificar  a las personas físicas o jurídicas a los que la legislación les atribuya la responsabilidad  de los daños ocasionados, para posteriormente, iniciar un  procedimiento que suponga la satisfacción de las cantidades necesarias por parte del responsable, para la realización de las obras que permitan la  restitución de las instalaciones afectadas a la situación anterior a la producción de los  daños, ya que entendemos que el daño producido no es responsabilidad del Ayuntamiento, sino de un tercero que deberá hacer frente a su responsabilidad patrimonial.



En estos términos quisiéramos señalar que la adopción de estas medidas supone una obligación legal, y no una actuación sujeta a la libre voluntad del Concejal de Deportes, tal y como se deduce del artículo 9 del Real Decreto 1372/1986, de 13 de junio, en el que se establece expresamente que: “ Las Entidades locales tienen la obligación de ejercer las acciones necesarias para la defensa de sus bienes y derechos.”



Por todo ello, exigimos a los responsables municipales que cumplan con sus funciones, que ejerciten la defensa del patrimonio público, y se tomen mayor interés en desempeño de las responsabilidades que les han sido encomendadas, sobre todo tiendo en cuanta en perjuicio causado al patrimonio municipal y a los vecinos que un año más se ven privados del uso de estas instalaciones.





Fdo: Álvaro Vázquez Pinheiro.





Portavoz de IU-Mérida.



En Mérida, a 10 de junio de 2014

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