La relación de inversiones que
reciben las distintas ciudades de nuestra región supone un agravio comparativo
en relación con las inversiones que percibe Mérida, y que bien podríamos calificar
de marginal.
Las inversiones destinadas a la
duplicación de la Carretera N-630 por un importe de 3,2 millones de euros que
se ejecutarán en el periodo 2015/2017 se nos antoja absolutamente ridículo
frente los 31,6 millones presupuestados para la ronda sur-este de Cáceres, o
los 40,2 millones que se invertirán en la Ronda Sur de Badajoz, que
desarrollarán en el periodo 2015/2018, es decir en apenas un año más de lo
previsto para la ciudad de Mérida.
Para IU-Mérida resulta
sintomático que el gobierno de Monago presupueste 15 millones de euros para la finalización de la 1ª fase del hospital
de Cáceres -únicamente para el ejercicio 2015- o los más de 94 millones
destinados al hospital de Don Benito-Villanueva-en el periodo
2015/2018,mientras en Mérida debemos esperar toda una legislatura para la
apertura de un centro de salud, ya construido, y al que en su momento tan sólo
debían dedicarle las partidas necesarias para su equipamiento y puesta en
funcionamiento, lo que supone un claro ejemplo de las prioridades de gasto de
la Consejería de Sanidad en estas localidades y la desafección de los
responsables de la Junta de Extremadura hacia la ciudad de Mérida.
En otro orden de cosas, los responsables del gobierno
autonómico deberán explicar a los emeritenses cual es el motivo por el que las
cantidades presupuestadas para los gastos corrientes del Patronato del Festival
de Teatro Clásico de Mérida, que disminuye en más de un 14%, al pasar de
2.279.000 euros en 2014, a 1.979.000 euros en 2015.
En definitiva, el proyecto de presupuestos presentado por
el gobierno de Monago pone de manifiesto que la ciudad de Mérida no supone una
prioridad para el Partido Popular, al tiempo que muestra la falta de relevancia
del PP de Mérida en el seno de su propia
organización.
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