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La delegación de urbanismo ocultó a los grupos de la oposición la documentación en la que los servicios municipales informaban negativamente sobre  la legalidad de la modificación del plan parcial del Polígono “El Prado”.  
 
El contenido del informe concluye que la tramitación de este plan es contraria a derecho. La delegada de Urbanismo hizo caso omiso a este documento: un hecho que puede ser constitutivo de un delito de prevaricación del que pueden deducirse responsabilidades penales.

La intención de la delegada de urbanismo era simplemente la de modificar los instrumentos legales que regulan la calificación de un suelo, que pasaría de industrial a urbano para alterar su valor, presumiblemente con el propósito de favorecer a un empresario cercano al Partido Popular, que vería incrementado su patrimonio a costa del erario público.

El informe, al que ha tenido acceso IU Mérida, fue solicitado expresamente por la delegada de urbanismo, que a la vista de su contenido -contrario a las pretensiones del PP- determinó no incorporarlo a la documentación que formaba parte del expediente que se facilitó a las fuerzas de la oposición.


Según el contenido del informe, la modificación del Plan Parcial del sector SUP-PA-01 estaba sujeto a la regulación del convenio firmado en su momento entre el SEPES y el Ayuntamiento de Mérida, por el que cualquier tipo de modificación en dicho terreno requería del acuerdo expreso de ambas partes: un trámite que no se llevó a efecto, y que convierte en ilegal la tramitación y aprobación del Plan Parcial.

La tramitación del plan de modificación parcial no sólo no contó con la aceptación del SEPES, sino que incluso esta misma entidad llegó a plantear alegaciones en el procedimiento para oponerse a su tramitación y aprobación por considerarlas contrarias al ordenamiento jurídico, justamente en el mismo sentido en el que se pronuncian los funcionarios municipales.  

Debemos señalar que la Estipulación Quinta del mencionado Convenio de Colaboración señala expresamente que si el Ayuntamiento "durante la vigencia de este convenio tuviere la necesidad de modificar el planeamiento, se compromete a consensuarlo previamente con SEPES”.

Por todo ello, exigimos a Raquel Bravo como delegada de Urbanismo y vice-alcaldesa del Ayuntamiento de Mérida que explique cuales son los motivos por los que  ha vulnerado la legislación vigente y ha ocultado información a las fuerzas de la oposición en la tramitación de un procedimiento cuya única consecuencia puede ser el enriquecimiento de terceros a costa del patrimonio municipal.




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