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La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura de ocho de enero, por la que se declara la improcedencia de los despidos de dos empleados municipales realizados por el gobierno de Pedro Acedo, pone en evidencia la política de personal del PP.

Según el TSJ, la realización de múltiples contrataciones de personal en fechas posteriores al despido de los trabajadores adscritos al programa de familia del Ayuntamiento de Mérida, determina la improcedencia de los despidos que se llevaron a efecto en abril de 2013.

Así, el TSJ, argumenta que resulta incompatible realizar despidos aduciendo la mala situación económica del Ayuntamiento y seguidamente llevar a efecto la realización de procesos selectivos en fechas inmediatamente posteriores a aquella en la que se lleva a cabo el despido de trabajadores municipales alegando  causas de incapacidad económica.


La sentencia contempla que los trabajadores deberán ser readmitidos por el Ayuntamiento, o bien indemnizados con un importe de 62.242€, en concepto de los salarios que han dejado de percibir desde su despido, así como por la diferencia que existe entre las indemnización de despido procedente, y el improcedente dictada por el TSJ.

Como en tantas ocasiones la ineptitud del equipo de gobierno se traduce en una política de personal que no sólo viola los derechos de los trabajadores, sino que además supone un desembolso extra para las arcas municipales.

En caso de que el Ayuntamiento decida no readmitir a los trabajadores municipales, los 62.242€, deberemos sumarlos a los cerca de 62.000€, que hasta ahora ha supuesto la representación  legal contratada por el Ayuntamiento, los 25.000€ de indemnizaciones anteriores, así como los 313.000€ que se abonaron en 2013 en concepto de indemnizaciones de despido.

La decisión del TSJ, adquiere mayor relevancia puesto que el pronunciamiento del tribunal se fundamenta en sentencias de la Sala de lo Laboral del Tribunal Supremo, recaídas con anterioridad.

Debemos señalar, que estos despidos se suman a la improcedencia de otros despidos anteriores, como son los relativos a los conserjes de los colegios públicos, los empleados de la EMT, la anulación del ERE de la Empresa Mixta de Turismo y los agentes de desarrollo local, lo que viene demostrar la ineptitud del gobierno del PP y el desprecio que dedican a la normativa laboral.

Para IU-Mérida, todos estos argumentos nos empujan a calificar la política de personal del gobierno de Pedro Acedo como despreciable.

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