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El diputado de IU y portavoz en materia de energía de IU, ICV, EUiA, CHA defiende una moción ante el Pleno que incluye propuestas como “programar el cierre definitivo de las nucleares, prohibir el fracking o modificar el sistema de fijación de precios para hacerlo más estable”
Intervención íntegra de Álvaro Sanz en el Pleno de la Cámara Baja de hoy (11 de febrero) 

Señorías, el pasado mes de diciembre debatíamos, como lo estamos haciendo hoy, con el ministro de Industria, Energía y Turismo sobre los problemas que aquejan a nuestro sector energético. Decíamos entonces que tenemos un modelo dependiente del exterior, especialmente del petróleo, controlado y plegado a los intereses de un pool de empresas que copan la producción, distribución y comercialización en un 70%, que lo hacen profundamente antidemocrático. Un modelo que legitima la sinrazón multimillonaria que nos están costando a los españoles cuestiones como el déficit de tarifa, 30.000 millones; los costes pagados de más por los costes de transición a la competencia, 3.400 millones; los 1.350 millones que nos costó el Castor a los ciudadanos y ciudadanas, vía factura, les va a costar según la OCU 4.730 millones más.

Por el contrario, es un modelo que no habla de esos otros nueve millones de dramas que implica la pobreza energética. Entonces el señor Soria, al igual que lo ha hecho esta mañana, no se conformó con negar todas estas evidencias, sino que, además, se empeñó y nos acusó de no dar las cifras correctas y de no citar las fuentes. Aprovecharé esta ocasión para pedirle al señor ministro que desmienta también si la subida interanual del 17,7% que ha denunciado Facua en enero de este año es o no es cierta, y si los datos del Instituto Nacional de Estadística que afirman que en el año 2014 la luz ha subido un 4,4% tampoco son correctos.

Esta España es la España real por mucho que el Gobierno la niegue o, como bien ha dicho el señor Rajoy esta mañana, la desconozca. Para dar respuesta a estos problemas reales que en materia de política energética se dan como hemos visto en el debate anterior, nuestro grupo ha propuesto una batería amplia de medidas que por su dimensión y por el tiempo que tengo trataré de resumir detallando las más relevantes. 

Unas medidas que están organizadas en tres grandes bloques y que permiten sentar las bases de un nuevo modelo energético; unas medidas que necesariamente tienen que empezar por arrojar luz al que es sin duda uno de los sectores más opacos y monopolizados que existen, y que ha engendrado, señorías del Partido Popular, una de las mayores estafas a las que se está sometiendo al pueblo español. Sabrán y habrán podido intuir que estoy hablando del déficit de tarifa.

Señorías, el Gobierno se negó, se ha negado y se va a negar, mucho me temo, a explicarnos cómo se calcula el reconocimiento de los costes que les estamos pagando a esas eléctricas. ¿Por qué tanta oscuridad y falta de transparencia, señorías? ¿Qué problema hay o es que acaso ni siquiera el Partido Popular, el partido del Gobierno, sabe cómo se calculan esos costes que les pagamos y les reconocemos a las eléctricas de más? 

La Izquierda Plural necesita y propone ir a la raíz del problema y para ello, señorías, es necesario auditar este déficit tarifario, realizar una auditoría energética que nos permita saber todas y cada una de las partes de ese déficit, analizarlas, y por supuesto aplicar una quita necesaria, hoy más que nunca, a esta supuesta deuda contraída.

Pero la luz no se puede quedar aquí, tiene que llegar a todos los episodios que han puesto de manifiesto las peligrosas connivencias y amistades entre el poder público y el lobby energético. Estoy hablando, como bien saben, de esos 3.400 millones de euros pagados en exceso a los CTC y nunca reclamados. Hay que estudiarlo, hay que analizarlo, y hay que depurar responsabilidades y también de las ‘puertas giratorias’. En este país se tiene que acabar el ver a un expresidente del Gobierno sentado en el consejo de administración de una empresa energética, señorías. Eso es absolutamente imprescindible.

Clarificado todo lo anterior, junto con alguna medida más que no he contado, pero que está en el texto de la moción, es preciso que este país democratice el acceso a la producción y al consumo de energía, como bien y derecho público que es. Para ello es preciso modificar -ya se lo han dicho aquí en el debate anterior- el sistema de fijación de precios hacia un marco estable que garantice precios justos, señorías, excluyendo del pool a las instalaciones ya amortizadas, y una retribución justa según el coste de producción efectiva a cada tecnología.

Necesitamos impulsar legislativamente el autoconsumo de energías renovables con balance neto, limitándose los peajes de acceso para la energía intercambiada única y exclusivamente en la red, y garantizar el acceso a este derecho básico fijando un precio social para la electricidad, el gas natural y el butano. Hay que luchar contra la pobreza energética. Es absolutamente indecente regalar 1.350 millones a Florentino Pérez y dejar que 9 millones de familias no puedan pagar la luz y vean cómo al final a muchas de ellas se les corta el suministro.

Por último, pero no menos importante, les planteamos en un tercer bloque un grueso de medidas que avancen hacia la planificación estratégica de otra política energética que nos permita transitar hacia otro modelo, sin dejar a nadie atrás, porque no hay que dejar a nadie atrás, y el debate anterior es muy clarificador. Por eso proponemos, en primer lugar, la trasposición íntegra de la directiva europea para el fomento del uso de las energías renovables. Igualmente les planteamos suspender para los territorios extrapeninsulares e insulares el Real Decreto 1/2012 y el Real Decreto 2/2013 por la inseguridad jurídica que están representando; miles, miles, decenas de miles de demandas, señorías.

Y para finalizar, y en esta misma dirección, es necesario derogar el impuesto a las tecnologías en régimen especial y a las renovables. Todas estas medidas nos permitirán impulsar decididamente otro modelo energético más limpio, más democrático y más autónomo, un modelo que ha de verse sustentado en una nueva planificación energética integral, que incluya los planes de ahorro de emisiones, los de renovables y los de ahorro y de eficiencia energética, y también los fondos necesarios para generar soluciones definitivas y reales en los sectores, comarcas, y zonas más vulneradas y vulnerables.

Para hacer irreversible este cambio, evidentemente, hay que tomar otro tipo de decisiones y hay que tomarlas ya, y les citaré algunas de ellas. Programar el cierre definitivo de las nucleares; hay que acabar con el dislate que implica que una central nuclear vaya más allá de su vida de diseño, empezando por el cierre definitivo de Santa María de Garoña. Hay que prohibir el fracking, señorías, y exigir una planificación gasista acorde y ceñida estrictamente a las necesidades de nuestro país, para evitar cuestiones como el Castor. Hay que paralizar las prospecciones petrolíferas. Este país no puede volver a ver a una lancha de la Armada arremeter contra un grupo ecologista, señorías, es absolutamente indecente.

Y, por último, hay que paralizar los trámites para la construcción del ATC, del almacén temporal centralizado de residuos radioactivos. Quiero detenerme en este punto un momento. Se trata de una de las instalaciones más importantes desde el punto de vista de la seguridad del país y desde el punto de vista de la seguridad de las personas. Es bochornoso, señorías, el espectáculo que está implicando su gestión. Ayer mismo el presidente de Enresa dimitió de su responsabilidad. Ya les adelanto que mi grupo va a exigir la comparecencia del ministro para que aclare hasta la última coma de este asunto. En resumen les planteamos una batería de propuestas absolutamente necesarias y viables en estos momentos.

Se nos ha presentado -y aprovecho la ocasión- una enmienda a la totalidad de 23 puntos que implica un texto alternativo. Por las ausencias que plantea, ya que ustedes no hablan ni de los CTC, ni hablan de las ‘puertas giratorias’, por ejemplo, o por la forma de tratar otros asuntos, como el tema de la auditoría del déficit, no la podemos aceptar y menos en su integridad. Obviamente compartimos muchos de los puntos que no recoge la nuestra y que hemos debatido ya desde este atril, pero no podemos aceptar la sustitución de toda nuestra batería de propuestas por la de ustedes, porque rompería el corpus y la intención que tiene la misma.

En resumen, les proponemos 16 alternativas absolutamente viables en materia de política energética porque estamos convencidos y convencidas de que además de ser posible otra política energética es necesaria. Una política energética -y acabo ya, señor presidente- que tiene que poner el Estado al servicio de la gente, al servicio de la mayoría social, y no al dictado de unas pocas empresas, como ha venido sucediendo desde hace décadas en este país. Gracias.

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