La resolución dictada por el Junta Electoral de Zona en la
que obliga al Ayuntamiento de Mérida a la retirada de la publicidad
institucional sobre la aprobación del Estatuto de Capitalidad de la Ciudad de
Mérida, demuestra que el Partido Popular hace juego sucio en plena precampaña,
al utilizar fondos públicos con fines partidistas.
La confusión interesadas que practica el PP entre lo
privado y lo público pone de manifiesto la falta de escrúpulos del equipo de
gobierno a la hora de apropiarse la aprobación del Estatuto de Capitalidad,
empleando para ello fondos municipales es un ejemplo de la falta de respeto del
PP a principios básicos de honestidad y decencia.
El hecho de que el PP asuma con toda naturalidad que los
emeritenses deban ser quienes paguen los gastos de su precampaña
electoral, se nos antoja como un rasgo
sintomático de cuales son los derroteros por los que discurre la noción del PP
con respecto a principios como la democracia o el respeto a lo público.
El intento del PP de apropiarse de la aprobación del
Estatuto de Capitalidad resulta especialmente ofensivo desde el momento en el
que durante el proceso de elaboración de la norma los miembros del grupo
municipal del PP no dieron ni golpe.
A lo que debemos sumarle la tibieza que mostraron durante
su negociación en sede parlamentaria
del texto del Estatuto, en la que el equipo de gobierno se limitó a asentir a
cada una de las limitación que se establecieron desde el ejecutivo regional a
la hora de impedir la aprobación de medidas concretas en torno a la extensión
de nuestro campus universitario, o la ubicación en nuestra ciudad de los
servicios centrales de entes, organismos e instituciones integradas en el
sector público autonómico.
La utilización de fondos públicos para fines propios del
Partido Popular ha sido una constante del equipo un gobierno al que este tipo comportamiento le sitúan más allá de lo
que podamos considerar digno de respeto.
Por todo ello, les rogamos a los señores y señoras que
forman parte de la lista electoral del Partido Popular, que a partir de ahora
financien con dinero de su partido las iniciativas destinadas al desarrollo de
la campaña y precampaña electoral, del mismo modo que les pedimos que no
utilicen el dinero de los demás para sus fines propios.
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