Izquierda Unida-Mérida considera que el conjunto de las actuaciones desarrolladas por el gobierno PSOE-SIEx durante estos primeros cien días de legislatura pone de manifiesto debilidades e incongruencias en el equipo de gobierno.
El comienzo de la andadura del nuevo gobierno municipal ha supuesto algunos gestos que son dignos de consideración, aún así el balance global de la labor desempeñada hasta la fecha pone de manifiesto las debilidades y falta de capacidad del ejecutivo municipal a la hora de impulsar decisiones de relieve.
Las decisiones adoptadas por el nuevo alcalde en cuestiones como la utilización de la sala de prensa, la renuncia a la tarjeta de crédito institucional, el rechazo al coche oficial o al escolta suponen gestos que valoramos positivamente, más aún si los situamos en comparación con las actitudes que al respecto protagonizaba el gobierno anterior.
Muy al contrario, las iniciativas que han tenido por objeto la adopción de decisiones más relevantes para el propio PSOE-SIEx, como son; la ubicación de la estación o la modificación del IBI, han puesto sobre la mesa la incapacidad del ejecutivo local para sacar adelante las cuestiones que requieren capacidad política y predisposición para la negociación y la escucha activa.
En estos términos, la falta de diligencia del gobierno de Rodríguez Osuna se ve agravada desde el momento en el que la postura adoptada con respecto a cuestiones clave como son los impuestos y su oposición a la privatización de los servicios públicos ha sufrido un giro de 180 grados.
Así, debemos recordar, que dos de los elementos centrales del discurso del PSOE y del resto de la oposición, durante la legislatura pasada, y durante la propia campaña electoral, fueron su postura en contra del incremento de los impuestos y su negativa frente a la privatización de los servicios públicos protagonizadas por el PP durante los últimos cuatro años.
Durante estos primeros cien días, el gobierno de coalición PSOE-SIEx ha defendido posturas diametralmente opuestas a aquellas que proclamaba durante su etapa en la oposción, como bien demuestran la privatización de la gestión de las piscinas municipales, o el cambio realizado con respecto al IBI, lo que se traduce en que el PSOE y el SIEx han pasado de criticar las políticas del PP a practicarlas activamente.
Por todo ello, entendemos que el balance que arrojan estos primeros 100 días nos muestran un gobierno con escasa capacidad política para sacar adelante cuestiones de relieve, que no alcanza a entender que no dispone de mayoría absoluta, así como dos partidos políticos que modifican sus criterios de actuación en función de si se encuentran en situación de gobierno o de oposición.
Muy decepcionante los primeros días de Osuna, muchos emeritenses esperamos que rectifique y empiece a hacer otro tipo de política.
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