El inicio de la actividad de algunas de las empresas que recientemente se han ubicado en ExpacioMérida ha tenido como primera consecuencia la aparición de olores en toda la ciudad, lo que en nuestra opinión puede suponer un incumplimiento de las condiciones medio ambientales a las que debe estar sujeta la actividad productiva de las empresas responsables de esta situación.
La condición de Mérida como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y la relevancia del sector turístico en la economía local y en la generación de empleo, resulta incompatible con este tipo de situaciones, que perjudica la imagen de nuestra ciudad y su proyección como destino turístico.
El origen de estos olores se encuentra posiblemente, en la instalación de una almazara, cuya inauguración contó con la presencia y apoyo de Guillermo Fernández Vara, y de Antonio Rodríguez Osuna, como representante municipal y que tuvo lugar a mediados de octubre.
Si bien el Ayuntamiento carece de competencias propias al respecto, que la legislación atribuye a la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, la administración municipal dispone de los elementos legales para iniciar los procedimientos necesarias para controlar que las empresas implicadas realicen su actividad de acuerdo con la legislación vigente.
Entendemos que la instalación de nuevas industrias en nuestra ciudad debe de resultar compatible, en primer lugar, con el respeto a las normas vigentes que les son de aplicación, y en segundo, con el mantenimiento de unas condiciones ambientales que no perjudiquen la calidad de vida de los vecinos de nuestra ciudad,
Desde aquí instamos al gobierno municipal para que atienda a este tipo de circunstancias con la diligencia necesaria, vistos los precedentes que existen en nuestra ciudad debidos a la instalación de la llamada “fábrica de grasas”.
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