Desde Izquierda Unida Mérida le instamos a Osuna que explique la razón de todas las productividades que se han concedido en el Ayuntamiento desde que desempeña su labor de Alcalde, puesto que la normativa hace mención expresa a la necesidad de que conceder estos complementos sobre la base de criterios objetivos que motiven su concesión.
Así, el artículo 5.2 del Real Decreto 861/1986, de 25 de abril, por el que se establece el régimen de las retribuciones de los Funcionarios de Administración Local, establece que “La apreciación de la productividad deberá realizarse en función de circunstancias objetivas relacionadas directamente con el desempeño del puesto de trabajo y objetivos asignados al mismo.”
La concesión de complementos salariales con carácter regular e indefinido carece de justificación desde el momento en el que no existen motivos que garanticen que las circunstancias que pudieran explicar estos aumentos se vuelvan a darse en el futuro, y mucho menos con un modo constante, tal y como sugiere el hecho de que la productividad concedida disfrute de una periodicidad mensual.
En estos términos debemos señalar que la concesión de complementos salariales motivados por el desarrollo de funciones más allá de la jornada laboral puede retribuirse por medio de otros conceptos, como las gratificaciones por servicios extraordinarios, que retribuyen prácticamente los mismos conceptos, pero esta vez por cada vez que tienen lugar los hechos o circunstancias que los motiva y que por tanto no tiene un carácter periódico.
Asimismo, queremos señalar que los empleados públicos ya perciben complementos salariales en sus nóminas ordinarias en las que se les retribuye por conceptos como la responsabilidad o dificultad de las funciones desempeñadas, o incluso por situaciones de especial dedicación.
La falta de concreción de los motivos que provocan estos aumentos salariales, viene a alimentar la sospecha de que su concesión se vea motiva más por la cercanía con el equipo de gobierno, que por méritos y motivos estrictamente profesionales, dado que esta ha sido la pauta predominante en el Ayuntamiento de Mérida.
Desde la izquierda, siempre hemos defendido el reparto del trabajo, creemos que mientras existan personas desempleadas, no son necesarias ni las horas extras, ni las jornadas de trabajo de más de 8 horas diarias, por lo que vista la actitud del Alcalde de Mérida, una vez más se vuelve a situar fuera de las políticas históricas de la izquierda.
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