La propuesta encuentra su origen en el anuncio realizado por el gobierno municipal en el que se pone de manifiesto la intención de acometer la obra de renovación de la rodadura del puente romano que se eleva sobre el Albarregas.
Desde IU-Mérida, entendemos que la naturaleza de este puente como parte integrante de nuestro patrimonio histórico –y declarado como bien de interés cultural- así como por su cercanía con el Acueducto de los Milagros, recomienda un tratamiento más de acorde con su relevancia, desde el punto de vista meramente estético.
Por ello, en nuestra opinión resultaría más adecuado una renovación de la calzada de este puente mediante la colocación de adoquines, de forma similar a los que ahora están dispuestos en el Puente Romano sobre el Río Guadiana, aunque el precio de la obra sea más elevado debido a que se requeriría más tiempo y mano de obra.
En estos términos, debemos señalar que este puente se ha convertido en un lugar privilegiado desde donde los turistas observan el Acueducto de Los Milagros y realizan fotografías, por lo que parece oportuno dar mayor relevancia a los criterios estéticos, más aún en una ciudad como la nuestra que se sostiene en parte gracias a los ingresos del turismo.
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