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Izquierda Unida-Mérida se muestra en contra del proceso de privatización de la gestión del mercado de Calatrava iniciado por el equipo de gobierno con la publicación del Estudio de Viabilidad.

La publicación del anuncio por el que se inicia el procedimiento de información pública del estudio de viabilidad supone el primer paso que permitirá la apertura de la licitación del proyecto, la remodelación, y explotación del Mercado de Calatrava, y por tanto la privatización de este espacio.

La decisión adoptada por el equipo de gobierno supone una vulneración del programa electoral del PSOE que encontraba uno de sus puntos fundamentales en la defensa de lo público y en su oposición al modelo de privatizaciones practicado por el gobierno anterior de Pedro Acedo.

La disposición del equipo de gobierno presupone la viabilidad económica del mismo, por lo que su privatización implica la renuncia a que los beneficios que pudieran obtenerse tras su remodelación recaigan en las arcas municipales.

Muy al contrario, el régimen de este tipo de procesos establece como prioridad el mantenimiento de los beneficios de la empresa adjudicataria, lo que significa que en caso de obtener un balance positivo, los ingresos quedarían en manos de la empresa, mientras que en caso de pérdidas, el ayuntamiento tendría que aportar la cantidad comprendida entre los ingresos obtenidos y los beneficios que el contrato debe garantizar a la empresa. O dicho de otro modo, si se pierde dinero paga el ayuntamiento, y si se obtienen beneficios éstos quedan en manos de la empresa.

Desde IU-Mérida reiteramos nuestra propuesta de acudir a la financiación de la remodelación del mercado por parte de otras administraciones y mantener la gestión municipal de ese espacio, como instrumento de fomento del pequeño comercio, y ordenación del sector comercial en el centro de nuestra ciudad.

En nuestra opinión, cualquier proceso de privatización supone una dejación de funciones por parte de aquellos que se presentaron a las elecciones con el compromiso de gobernar la ciudad, y no de permitir que los instrumentos de gobierno descansen en manos de empresa privadas, y cuyo compromiso con los vecinos empieza y termina en el afán de lucro.

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