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Izquierda Unida-Mérida no asistirá a la convocatoria del Estatuto Capitalidad por entender que el funcionamiento del órgano no tiene ninguna utilidad al no atender a los cometidos que le reserva la ley.

Desde su primera convocatoria en 2015, las convocatorias del Estatuto de Capitalidad son poco menos que una escenificación sin contenidos, ni finalidad que falsea el papel para el que se diseñó este órgano.

La tónica apreciada hasta ahora en el funcionamiento de este órgano por parte de la Junta de Extremadura, ha sido la de menospreciar a este órgano, y a sus miembros, en su papel instrumento de coordinación entre la administración autonómica y el Ayuntamiento de Mérida, con respecto a la participación de la administración municipal en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autonómica, dado nuestra condición de capitalidad.

Desde un primer instante, este órgano, bajo la responsabilidad directa del Presidente de la Junta de Extremadura ha obviado todas y cada una de las consideraciones legales que regulan su funcionamiento.

Así, durante el desarrollo de sus sesiones no se facilita a sus miembros la documentación que refleja las inversiones y actuaciones de la Junta de Extremadura en nuestra ciudad, no se realiza ninguna votación, no se adopta ningún tipo de acuerdo o decisión y el papel del orden del día en el desarrollo de las reuniones resulta cuando menos “difuso”.

Como consecuencia de lo anterior, las sesiones en las que debería debatirse cual es el contenido y las partidas que el Presupuesto de la Comunidad Autónoma contempla para Mérida, se convierten en una mera charla de intercambio de impresiones sin atender a ningún tipo de mecánica o método preestablecido y sin que se facilite ni siquiera la documentación necesaria para el debate.

Buena muestra de la falta de respeto que el Presidente de la Junta de Extremadura dedica a este órgano, se pone de manifiesto en la elección de la fecha de realización de la reunión, que resulta muy posterior a la presentación de la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma ante la Asamblea de Extremadura; y esto cuando el objeto del Consejo de Capitalidad es, precisamente, el análisis de esta misma ley de presupuestos en lo que respecta a nuestra ciudad. Un extremo que viene contemplado el artículo 10.2 de la ley que regula el Estatuto de Capitalidad.

Hasta la fecha, la organización y el funcionamiento del Consejo de Capitalidad obedece meramente al cumplimiento rutinario e inútil de un trámite impuesto por la ley que no se traduce en ninguna decisión, y al que el Presidente de la Junta de Extremadura no le dedica interés alguno, lo que supone una falta de respeto para sus miembros, y en general para nuestra ciudad.

En definitiva, lo que se supone la convocatoria de un órgano colegiado de coordinación entre dos administraciones ha terminado por convertirse en una suerte de intercambio de pareceres sin propósito ni finalidad.

Por todo ello, los representantes del grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Mérida se abstendrán de participar en las reuniones del Consejo de Capitalidad, hasta que el Presidente de la Junta de Extremadura no dote a este órgano de la importancia y del rigor que le asigna la ley y que nuestra ciudad se merece.

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