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Izquierda Unida-Mérida considera que el uso más adecuado para el Convento de las Freylas pasa por la rehabilitación de ese espacio para la ubicación de una hospedería de la Junta de Extremadura.

Así, entendemos que el establecimiento de una hospedería en dicho espacio resulta más acorde con la importancia de la actividad turística en nuestra ciudad, y supondría un impulso a la creación de empleo y el aumento de la oferta de plazas hoteleras de nuestra ciudad, una opción que consideramos perfectamente viable en virtud de la evolución de los índices de ocupación que registra este tipo de establecimientos durante los últimos años.

En este sentido, debemos señalar que el modelo de hospederías se adecua a la propuesta planteada por IU-Mérida, debido al hecho por el que los establecimientos hoteleros pertenecientes a la la Red de Hospederías de Extremadura se sitúan en lugares en edificios históricos y singulares de Extremadura minuciosamente restaurados: palacios, conventos y casas señoriales.

A todo lo anterior, debemos sumarle que, en la actualidad 7 de las 8 hospederías creadas hasta la fecha están situadas en la provincia de Cáceres, por lo que esta propuesta vendría de algún modo a paliar la descompensación que a este respectos sufre la distribución territorial de la rede de hospederías.

Desde Izquierda Unida-Mérida hacemos un llamamiento al Alcalde de la Ciudad para que tenga que en cuenta, ya que la propuesta para la instalación de la nueva sede del Instituto de Arqueología de Mérida, entidad dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pueden encontrar acomodo en otros edificios propiedad de la Junta de Extremadura, y reservando un espacio singular como el Convento de las Freylas para el desarrollo turístico de la región.

Finalmente, desde IU-Mérida no alcanzamos a entender cuales son las causas que motivan el rechazo que hasta ahora a mostrado el gobierno municipal hacia una propuesta que su momento fue impulsada por el propio PSOE, como proyecto ganador de un concurso de ideas convocado por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura en 2008 y que contaba con la participación de un órgano colegiado presidido por Estrella Gordillo, entonces teniente alcalde de la ciudad y a la que le acompañaban la Directora General de Patrimonio; el arquitecto del Ayuntamiento; arquitectos de la Consejería de Cultura, la representación del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura,; el jefe de Servicio de la Consejería de Cultura e incluso y el representante del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.

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