Izquierda Unida-Mérida afirma que las retribuciones salariales brutas que percibe el Alcalde de Mérida son cuatro veces superior al sueldo bruto que de media recibe un trabajador en Extremadura.
Según se refleja en la última encuesta de la estructura salarial elaborada por el Instituto Nacional el importe medio del salario bruto anual en Extremadura es de 16.547,94 €, mientras que por las retribuciones brutas asignadas a la alcaldía de Mérida son de 65.143,82€ al año, es decir cuatro veces superior al importe del salario bruto anual en nuestra región.
Así, también debemos dejar constancia que las retribuciones señaladas son muy similares a las que percibían el alcalde de Mérida en los tiempos en los que era gobernada por el Partido Popular.
A partir de este dato, IU-Mérida considera que las reticencias mostradas por el señor Calle a la hora de concretar su disposición para modificar las retribuciones que percibe como alcalde de nuestra ciudad son una muestra de la falta de coherencia que surge entre el mensaje de austeridad que se ha lanzado a la sociedad y la disponibilidad del señor alcalde de trasladar dicho mensaje a su propia situación.
No debemos olvidar que en este sentido tanto desde la Junta de Extremadura como desde el Gobierno de la Nación se ha alcanzado el compromiso de reducir las retribuciones de los altos cargos en un 15%, una medida que hasta la fecha el señor Calle no ha llegado a asumir como propia.
Desde IU-Mérida entendemos que al margen de las responsabilidades y la disponibilidad que exige el desempeño de la alcaldía de una capital autonómica la percepción de una salario tan elevado y distante de la realidad económica que viven los extremeños no tiene ningún tipo de justificación.
En este sentido, debemos señalar que las reticencias mostradas por el señor alcalde al respecto impregnan de frivolidad cualquier mensaje que se dirija al conjunto de la ciudadanía en nombre del esfuerzo colectivo y la austeridad , justo en el momento en el que muchos ciudadanos ven recortados sus derechos económicos y sociales por las medidas adoptadas por el partido al que pertenece el propio alcalde.
Por todo ello, instamos al señor Calle a que reflexione detenidamente su postura y adopte una decisión más acorde con la sensibilidad y la realidad que viven los ciudadanos de Mérida.
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