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Izquierda Unida propone que las retribuciones de los cargos públicos representativos que desempeñen sus funciones en la corporación municipal no superen en más de un 50% el importe del salario medio de nuestra Comunidad Autónoma.


La recepción de salarios exageradamente altos por parte de aquellos que desempeñan cargos públicos distorsiona la naturaleza de los puestos de carácter representativos, ya que puede convertir el desempeño de las funciones de servicio público que son propias de los cargos electos en una situación de privilegio, que puede llegar a desdibujar las motivaciones de aquellos que se muestran dispuestos ocupar tales puestos.

Desde IU-Mérida  consideramos el ejercicio de la política debe estar inspirado en valores de servicio y no en el disfrute de ningún status de privilegio con arreglo al resto de los ciudadanos, es por ello que este tipo de situaciones aleja a los cargos públicos de la realidad que vive el resto de la ciudadanía que es la receptora de las políticas y las decisiones adoptadas por alcaldes y concejales.

Por otro lado, la determinación  de las retribuciones de los cargos públicos en función de  los salarios que habitualmente perciben los extremeños tiene el efecto de vincular el nivel de renta de los responsables políticos con el nivel de bienestar que producen las decisiones que adoptan en el ejercicio de sus competencias.

Por último, no debemos olvidar que una medida de este tipo supone trasladar la responsabilidad de la situación que viven los ciudadanos al nivel salarial del que disfruta la clase política, que en última instancia es la responsable de los niveles de cohesión social y prosperidad que los que podemos disfrutar los ciudadanos.

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