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El anuncio de Fomento de Construcciones y Contratas por el que comunica su intención de renunciar a continuar con la gestión de los servicios adjudicados, no es más que una forma de presionar al Ayuntamiento.

El anuncio de FCC de abandonar la gestión de los servicios municipales cuando buena parte de ellos están a punto de concluir no es más que el enésimo ejercicio de chantaje que ejerce esta empresa sobre la administración municipal, tal y como ha ocurrido en anteriores ocasiones, lo que demuestra la falta de escrúpulos de su dirección gerente, y todo ello de cara a la próxima apertura de los correspondientes procesos de licitación que tendrán por objeto los distintos servicios municipales que se encuentran bajo su gestión, y cuyo alcance y notoriedad sitúan al Ayuntamiento en su situación de debilidad ante actitudes como las que están protagonizando la empresa en estos momentos.

Las razones aducidas por de FCC en cuanto al importe de la deuda municipal carece de toda credibilidad debido a que tras la aplicación del Real Decreto 4/2012, de 24 de febrero de pago a proveedores, que supuso la liquidación de la deuda municipal con esta empresa a mediados del año pasado,

Debemos añadir que según la información facilitada por parte de la Tesorería del Ayuntamiento a Izquierda Unida, la corporación municipal carecía de deudas significativas con FCC por la gestión de los servicios adjudicados a fecha del 7 de febrero de 2013, por lo que entendemos que el argumento de la deuda municipal carece de base objetiva, no es más que una excusa ridícula y sin fundamento.

Todo lo anterior, se complementa con el hecho de que el aumento de la deuda municipal con la empresa siempre ha supuesto un jugoso negocio para la misma, debido a que a partir de los plazos estipulados en la legislación, la de deuda produce intereses de demora que aumentan el volumen de dinero a percibir por la empresa.

Además es importante señalar que los beneficios obtenidos por FCC por la gestión de los servicios públicos adjudicados es muy superior a lo que consigue por el mismo concepto en otras localidades de nuestra comunidad autónoma, como bien expresa el hecho de que el coste del servicios de recogida de basura en Badajoz sea de 63€ por habitante, mientras que en Mérida esa cifra ha llegado a rondar los 100€/habitante.

La correcta comprensión del anuncio de FCC requiere señalar que la fecha de finalización del contrato de recogida de basura domiciliaria termina su vigencia el próximo 31 de julio de 2014, según consta en la documentación de la delegación municipal de contratación y patrimonio solicitada en su momento por IU-Mérida, y que en función de las distintas ampliaciones sectoriales pueden extenderse en algunas zonas de la ciudad hasta febrero de 2015.

La intención de los gerentes de FCC no es otra que la de acudir en una situación de fuerza frente a una posible negociación con el Ayuntamiento, debido a la  relevancia social y económica de los servicios que gestiona, con la intención de proteger sus propios beneficios.

La situación de chantaje a la que se enfrenta el gobierno del Partido Popular en Mérida es una consecuencia directa de la política de privatizaciones de servicios públicos, que dotan de un poder extraordinario a empresas privadas que tan sólo persiguen el objetivo del máximo beneficio, sin ningún tipo de consideración hacia la consecución del interés general, hasta el punto de amenazar con lesionar los derechos de los trabajadores, o incluso con su despido. Una práctica que desde IU calificamos como repugnante.

Por todo ello, instamos al equipo de gobierno a que recupere la gestión municipal de los servicios que en la actualidad gestiona FCC y niegue cualquier tipo de negociación de cara a la posible prórroga de los contratos que los regulan.



Fdo: Álvaro Vázquez Pinheiro.




Portavoz de IU en Mérida

En Mérida, a 28 de junio de 2013

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