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Izquierda Unida-Mérida afirma que la falta de limpieza en las barriadas es el resultado de las distintas modificaciones que ha llevado a cabo el Partido Popular en la frecuencia e intensidad de las prestaciones incluidas en el contrato de recogida de la basura y limpieza viaria, tal y como hemos denunciado en anteriores ocasiones.

Los continuos recortes efectuadas por el equipo de Pedro Acedo en los servicios de basura con el propósito de disminuir el precio del contrato se ha traducido en un empeoramiento del servicio, y por consiguiente en el incremento de los restos de basura que se acumula en las calles y contenedores.

La reducción de los días de recogida de la basura, ahora reducida a seis a la semana, y la falta de cobertura de las vacantes de personal provocada por vacaciones, descansos, o bajas por enfermedad tiene como resultado una disminución sustancial en la calidad del servicio, y el mantenimiento de limpieza de las calles y espacios públicos, algo difícilmente justificable en una ciudad que goza de la condición de patrimonio de la humanidad y tiene en el turismo una sus principales nichos de actividad.



La reducción de la plantilla vuelca sobre las espaldas de los trabajadores el coste de los recortes, puesto que la falta de cobertura de las bajas, vacaciones y demás supone que debe realizarse el mismo servicio con un número de trabajadores inferior.

Los recortes aprobados por el Partido Popular tiene como consecuencia un empeoramiento de las condiciones de trabajo de los empleados de la limpieza que asisten a una situación en la que aumenta la carga de trabajo que debe realizar todos los días, mientras se les congelan sus salarios, y se ven incapaces de desarrollar su tarea de un modo eficiente debido al incremento de los distritos que deben atender.

Esta situación convierte en una farsa el discurso del Partido Popular sobre su capacidad de gestión y su presunta habilidad para “hacer más, con menos”, cuando lo cierto es que como consecuencia de todo ello tenemos una ciudad cada vez más sucia, y en la que además el Ayuntamiento paga el contrato de basura más caro de toda Extremadura en la relación coste por habitante.
En definitiva, la obcecación del Partido Popular en la reducción del déficit se traduce en un distanciamiento entre los objetivos del gobierno municipal y las necesidades de los ciudadanos.

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