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Izquierda Unida-Mérida considera que los requisitos establecidos para la adjudicación de viviendas de promoción pública para las familias que no disponen de medios para procurarse de una vivienda en el mercado inmobiliario imposibilita el acceso a la oferta de vivienda pública para todas aquellas familias que carecen de ingresos.

La normativa que regula la adjudicación de viviendas de promoción pública, y que por tanto determina el régimen jurídico de participación en los procesos como el gestionado en la actualidad por el Ayuntamiento de Mérida, establece un nivel de ingresos mínimos para poder solicitar una vivienda en cualquiera de los procedimientos que se ha convocado desde la Junta de Extremadura, ,una cantidad que el artículo 7.1.b) del Decreto 115/2006, de 27 de junio, fija en el 80% del IPREM.

La consecuencia más inmediata de esta situación  es la exclusión del proceso de adjudicación de aquellas familias con todos sus miembros en situación desempleo, que no perciban ningún tipo de ingreso regular y que debido la falta de ingresos se ven obligados a alojarse en las viviendas de sus familiares más próximos, lo que además supone la exclusión de las supuestos que permiten el acceso a la Renta Básica de Inserción Social, y por tanto el cierre de un procedimientos administrativo que provoca el ostracismo social y económico de los afectados.

El aumento de las dificultades para encontrar un empleo e insertarse en el mercado laboral supone un callejón sin salida para todas estas familias que carecen de los ingresos mínimos para optar a una vivienda pública, y que además tampoco vislumbran a medio plazo la posibilidad de conseguir un empleo que les permita obtener los ingresos necesarios para participar en estos procesos de adjudicación de viviendas públicas, y así poder disfrutar del derecho al acceso de una vivienda en condiciones dignas.

Así, nos encontramos en un escenario jurídico en el que las propias normas de las administraciones públicas que regulan el acceso a los derechos básicos de los ciudadanos, impiden el ejercicio efectivo de esos mismos derechos por parte de quienes más lo necesita, y u n escenario social en el que existen famlias en las que más de 20 miembros se ven obligados a convivir en una misma vivienda ante al pasividad de las diferentes administraciones públicas. 

Para IU-Mérida, la acción de la administraciones públicas no atiende a la realidad sobre la que  se pretende influir, y perpetúa situaciones dignas de escenarios de subdesarrollo social impropias de un país civilizado que procure el bienestar de sus ciudadanos.

Por todo ello, instamos a las autoridades autonómicas para que modifiquen una normativa que impide el acceso a la vivienda precisamente a aquellos que sufren las situaciones más dramáticas, y del mismo modo, solicitamos a la delegada de servicios sociales a que haga suyo esta demanda, con la finalidad de dotar de mayor eficacia y justicia a los beneficiarios de los procesos de adjudicación que se gestionan desde el propio Ayuntamiento.


Fdo: Álvaro Vázquez Pinheiro.


Portavoz de IU-Mérida.


En Mérida, a 08 de noviembre de 2013

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